Era un partido chivo, cómo nos estábamos dando. Hacía mucho calor, además. El sol en las dos de la tarde, brillaba como un punto rojo. Un punto rojo que nos picaba, el aire no se movía, de la tierra se levantaba un vapor, y Saviolita que
seguía ... Y cómo tomaba, Saviolita, enano maldito. Cómo tomaba, nomás para hacerse el chorro, para demostrar que no era gato. Y se quedó en la esquina hasta las diez. Y se fue a escuchar cumbia, y de ahí directo se vino para el campo. ...
Un desvarío por jueves - http://undesvarioporjueves.blogspot.com/
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