Los tiré a locos, no les dí crédito a sus palabras y me subí a la Lincoln. Insisto, era mi primera visita por el cosmopolita San Cristóbal y justo a los 60 minutos del viaje ya me encontraba en el lugar debajo de una llovizna fina pero muy tupida, que incrementaba la sensación térmica de frío. Como mi carácter no me permite amargarme ante la momentánea adversidad, me acerqué a un joven chamula que ofrecía sueteres artesanales directamente del pelambre de los borregos. ...La Bamba - http://www.labamba.com.mx/
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